Hay vientos que me arremolinan la sangre
vientos que juntan años como hojas de otoño
y hay hojas
mías, secas
que terminan en un rincón sin esperanza.
Son las ramas nacientes de mi vida
seguidoras del vuelo de los pájaros
y con ellas
trato de volar imitando sus alas
pero sé, que jamás
podré despegar.
Puedo tocar un corazón
uno enorme y en llamas
uno que aspira, a que con los años lo abrace.
Puedo mirar el cielo
sentir al viento pasar
indiferente o furioso
sabiendo que no es mi enemigo.
Pero no contener más mi sangre
porque ya no es mía
otros, con la naturalidad e inocencia
de un amor limitado a amar al mismo viento
me consuelan, tendiéndome sus manos
para que la soledad
por saberme prisionero de la tierra
no resienta mi propia identidad.
ChicoMalo
14-11-2008
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